Leire Sopuerta/ Imagen: Diego S. Villasante y Miguel Ángel Escobar. La Granja (Segovia)
La inversión en tecnología sanitaría ha sido tema de debate en el II Encuentro de Parlamentarios de Sanidad. La mesa, titulada ‘Tecnología Sanitaria, ¿inversión propia o externalización?, ha estado protagonizada por Carmen Acuña Do Campo, representante socialista en la Comisión de Sanidad del Parlamento de Galicia, y Manuel Vilches, director gerente del Hospital Nisa Pardo de Aravaca y vocal del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), y moderada por Ricardo Canals, presidente de la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón.
Carmen Acuña Do Campo, representante socialista en la Comisión de Sanidad del Parlamento de Galicia: Ricardo Canals, presidente de la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón y moderador del debate; y Manuel Vilches, director gerente del Hospital Nisa Pardo de Aravaca y vocal del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
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La socialista Acuña Do Campo se ha mostrado firme defensora de la inversión propia en tecnología sanitaria. “Manifiesto mi desconfianza hacia la colaboración público privada por su opacidad”, ha asegurado, al tiempo que ha reconocido que defiende “a ultranza” la inversión propia. En este sentido, ha criticado la iniciativa aprobada recientemente en la Cámara gallega y que hacía referencia a un sistema de compra denominado diálogo competitivo. Este modelo, a juicio de Acuña, “resultará más caro, implicará contratos más largos e irreversibles, hipotecará al gobierno actual y a los sucesivos por las deudas que generará y duplicará la gestión, porque tanto la empresa pública como la privada querrán defender sus intereses”.
Por ello, Acuña ha afirmado que a los socialistas gallegos “nos parece que esta fórmula busca eliminar los controles que la administración pública ejerce ante la adquisición de compra de material” y “nos parece un paso más hacia la privatización del sistema sanitario porque con esta fórmula, la tecnología sanitaria queda en manos de la empresa privada”.
Una versión opuesta ha sido la ofrecida por Manuel Vilches, quien ha defendido que para garantizar el acceso equitativo a la tecnología sanitaria “es necesario la externalización, sin que eso suponga la ruina del sistema”. Además, ha remarcado que “no todo lo que tiene que ver con la externalización es opaco, sino todo lo contrario”. También ha insistido en que la externalización "ahorra costes". Y ha defendido que esta medida "ofrece las máximas garantías a través de un proceso cristalino y los mecanismo de control más altos". El único pero que ha puesto se refiere a la continuidad o afectación a la carrera profesional debido "a las propias rigideces del sistema".
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